
Así que en los últimos años he estado leyendo un poco sobre alimentación sana, cosas alternativas a lo que encontramos en los supermercados, que esta repleto de edulcorantes, conservantes, colorantes, potenciados de sabor... y todas esas E que solo traen contraindicaciones por mucho que nos digan que si están en el mercado no hay problema. Yo voy todo el día con el libro de Corinne Gouget "Los aditivos alimentarios". Es él esta cada E, como esta echa y su toxicidad.
Así que cuando estaba embarazada ya empece a buscar alimentos alternativos, pasta ecológica, hacerme el pan, comprar fruta de proximidad y ecológica, sin pesticidas, herbicidas, etc etc... porqué hay que ver todo lo que se le puede meter a una pobre lechuga!
Hasta descubrí que la miel no es miel y que además de azúcares a las abejas las hinchan de antibióticos. Bueno y así un montón de cosas! Y yo que solo quería hablar de mi salsa de tomate jeje pero ese es un tema que me toca mucho la fibra sensible. Porqué somos lo que comemos y si no comemos bien...

Receta:
- Tomates bien maduros (tantos como te quepan en la casuela o tengas paciencia de cortar)
- 1 o 2 cebollas dependiendo del tamaño y la cantidad de tomates.
- un diente de ajo
- un trozo de pimiento rojo
- 1 hoja de laurel
- aceite para sofreir la cebolla, sal y azúcar.

Luego lo trituré un poco, lo pase por el colador chino y lo puse en frasquitos, unos 15 min dentro de agua hirviendo para esterilizar y listos (se tiene que mirar siempre que los tapones de los frascos no estén hinchados que significa que ha quedado aire dentro y con el tiempo se estropearía la salsa)
Luego saqué un poco para la pasta y le eché albahaca para darle un toque fresco. Quedó deliciosa!
Qué pinta más buena tiene esa salsa de tomate! Y totalmente de acuerdo en la frase de "somos lo que comemos". Saludos!
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